Esta serie fotográfica nace de la época en que Manuel Zúñiga vivió en Williamsburg (2015-2018). “Los colores, su iluminación y los atardeceres en el río con la mejor vista de Manhattan dispararon mi despertar visual”, dice Manuel, quien decidió mudarse a Nueva York para dejar su carrera como productor y probar suerte como fotógrafo a pesar de nunca haberse dedicado a ello. Autoproclamado como un observador que salía a explorar las calles con cámara en mano, Manuel vivió la ciudad desde el silencio, buscando captar momentos que llamaran su atención con una clara referencia cinematográfica, presente en la cotidianidad de las escenas de vida de barrio que retrató.