El viernes 7 de octubre circuló en todo el mundo la noticia del grave incendió ocurrió en Rapa Nui (su nombre en lengua originaria), en el área localizada en la cantera del cráter volcánico Rano Raraku, que habría sido causado por la quema de pastizales, de acuerdo con el alcalde de la isla, Pedro Edmunds.
El alcalde explicó que debido a las particularidades del terreno y las corrientes de viento el fuego de extendió rápidamente, produciendo daños en una extensión de unas 100 hectáreas, aproximadamente y dañando unos 80 moáis, las espectaculares figuras en piedra que alcanzan hasta cuatro metros de altura.
La noticia dio vuelta al mundo ofreciendo una imagen catastrófica con titulares que hablaban de la pérdida irremediable de algunos moáis que habrían sido “calcinados” por el fuego. Días más tarde, la Subsecretaria del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Carolina Pérez Dattari, explicó que los expertos de la organización aún no pueden precisar en qué grado fueron afectados los 386 moáis que se ubican en Rano Raraku, pero que sí precisaron que se quemaron los pastizales de la zona.
¿Cuál es la situación actual en Rapa Nui?
Dada las diferentes versiones que han surgido alrededor de este hecho en los últimos días, entrevistamos a Gonzalo Doppelman, general manager de Explora Rapa Nui, hotel ubicado en la zona (y cercano a la ciudad principal de la Isla de Pascua, Hanga Roa) para conocer este hecho desde la perspectiva de un local.
“El fuego fue contenido y apagado ese mismo día”, explica Doppelman. “Hubo una cobertura masiva en los medios porque fue en Rano Raraku, uno de los puntos destacados de la isla. Hubo daños en el sitio arqueológico que podrían tardar semanas en recuperarse (principalmente pasto)”, aclaró. Sin embargo, “los moái están bien. El sitio ya está reabierto para los visitantes y el incendio no ha afectado nuestra operación en absoluto”.