El barullo de un lugar abarrotado es un buen augurio: hay ruido de conversaciones, de shakers agitándose con vigor en las manos tras la barra, de música “latina” en el fondo. Es una buena noche para estar en Quetzal, el restaurante mexicano del chef Steve Molinar que acaba de recibir un vuelco, una inyección de adrenalina y una dosis de reafirmación con su primera estrella Michelin.
Michelin, esa guía añeja que se dedica a distinguir a los mejores restaurantes y a repartir codiciadas estrellas, aterrizó por fin en Toronto. Aunque el efecto se siente como una combustión espontánea —en Quetzal las reservas se han triplicado: de 50 a 150 en una noche—, el proceso sucedió lentamente, como los guisos que se dejan reposar.
Un freno durante la pandemia
Además del tiempo que los inspectores de Michelin se toman para elegir a los restaurantes estrellados, el aterrizaje de la guía a Canadá quedó en el limbo de las cosas que fueron pospuestas durante la pandemia y uno de los confinamientos más severos. Entre peras y manzanas, tuvieron que pasar al menos cinco años para la develación de la guía y sus primeros galardonados.
Para los miembros de la industria —chefs, restauranteros, académicos, somelliers y brigadas — fue tiempo suficiente para fomentar expectativas, hacer suposiciones, apostar por algún favorito —para muchos ese sería el caso de restaurantes como Alo— y, sobre todo, de alimentar un sentimiento de orgullo por la escena culinaria de Toronto, de asentar la oportunidad para que se mire a la ciudad como lo que es: un ejemplo de diversidad y un destino gastronómico, tan atractivo para los viajeros como para el talento.
“Antes los estudiantes tenían que salir del país para formarse en restaurantes con estrellas. Ahora regresan y están dispuestos a abrir sus lugares aquí y apostar por la ciudad”.
Tony García, director de educación continúa del Centro de Hospitalidad y Artes Culinarias de la Universidad George Brown
En total, la guía Michelin incluyó a 74 restaurantes de la ciudad entre sus recomendaciones: entre ellos 17 Bib Gourrmand —un reconocimiento otorgado a lugares casuales, con buena comida y relación precio-calidad como el bar de tapas español Bar Raval o el lugar de tacos de confianza Puerto Bravo—, 7 con estrella y 1 con dos estrellas, el restaurante japonés Sushi Masaki Saito, un omakase que solo sirve a seis comensales por noche.
Como lo dijo Gwendal Poullennec, director internacional de Michelin, “la diversidad de la selección refleja el alma cosmopolita de esta apasionante ciudad. Con 27 tipos de cocina, desde kaiseki japonés hasta cocina italiana, mexicana o contemporánea, aquí hay algo para complacer a todos los amantes de la comida. Toronto ya era un lugar multicultural donde la gente se reunía para disfrutar de la arquitectura, las artes y la naturaleza, y ahora también se convierte en un destino de clase mundial para los gourmets”.
Estos son los restaurantes con estrellas
- Sushi Masaki Saito (2 estrellas)
- Aburi Hana (1 estrella)
- Alo (1 estrella)
- Alobar Yorkville (1 estrella)
- Don Alfonso 1890 (1 estrella)
- Edulis (1 estrella)
- Enigma (1 estrella)
- Frilu (1 estrella)
- Kaiseki Yu-zen Hashimoto (1 estrella)
- Osteria Giulia (1 estrella)
- Quetzal (1 estrella)
- Shoushin (1 estrella)
- Yukashi (1 estrella)
Premios Especiales:
- Michelin Service Award – Edulis
- Sommelier del año- Christopher Sealy, restaurante Alo
- Coctelería excepcional – Osteria Giulia