Cuando hablamos de Los Cabos, hay ciertas imágenes que se nos vienen a la mente: atardeceres de ensueño, grandes hoteles, gastronomía de primer nivel y servicio desde el corazón. Sin embargo, más allá de ser un destino perfecto para bajar el ritmo y escapar de la rutina de la ciudad —en un plan tan relajado o sofisticado como uno quiera—, Los Cabos también ofrece todo tipo de experiencias que se adaptan a distintos perfiles y presupuestos.
Si bien los lugares y las actividades clásicas de este destino siempre nos motivan a volver, existe un lado desconocido que vale la pena explorar cuando el itinerario lo permita. Desde playas para aprender a surfear hasta pueblos con encanto minero, estas son cinco opciones imperdibles a menos de dos horas de Los Cabos.
Todos Santos: entre surfers y artistas
Además de ser hogar del emblemático Hotel California (sí, ese que se dice inspiró la famosa canción de The Eagles), Todos Santos es un Pueblo Mágico que invita a perderse entre sus calles y playas durante todo un día. De vibra relajada y bohemia, aquí uno puede pasar de una sesión de surf a visitar el estudio de algún artista local. Calles adoquinadas, edificios coloniales, galerías, cafés y restaurantes con delicias regionales. Mejor, imposible.
Las olas de Cerritos
Para todos los que buscan una buena dosis de adrenalina, sol y mar está Cerritos. Ubicada a sólo 10 minutos de Todos Santos, esta playa es una de las favoritas de los surfers visitantes y locales sin importar el nivel. Mientras los expertos disfrutan las olas altas y rápidas, los principiantes pueden tomar clases en un escenario lo más seguro posible. Cerritos también es un gran lugar para avistar ballenas entre diciembre y abril.
El Triunfo y su encanto minero
De próspero pueblo minero a parada obligada para los entusiastas de la historia, El Triunfo es hogar de apenas unas cuantas centenas de residentes, pero incontables tesoros locales. Hay que visitar sus dos museos —uno dedicado a la plata y otro a la música— y su iglesia estilo misión —de color amarillo brillante y con una chimenea de más de 35 metros—, además del impresionante Santuario del Cactus, situado a las afueras del pueblo.
Miraflores y sus tesoros de cuero
Fundado a principios del siglo XVIII, Miraflores es un pequeño pueblo —pintoresco y amable— que destaca por su producción de cerámica, muebles elaborados a mano y, especialmente, artículos de cuero. Por ende, salir de aquí sin un cinturón o billetera nueva, es prácticamente imposible. Gracias a su gran ubicación, Miraflores es también una buena parada intermedia en una ruta de Cabo San Lucas a La Paz.
Sierra de la Laguna: diversidad a más no poder
El atractivo natural de Baja California Sur es mucho más que playa y este lugar es el mejor ejemplo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Sierra de la Laguna es un paraíso para los que disfrutan de actividades al aire libre. Entre bosque, cascadas, barrancas, arroyos y cañadas, aquí el plan incluye senderismo, ciclismo de montaña o escalada en roca. Además de la observación de flora y fauna (sobre todo aves migratorias y especies endémicas como el zorro).
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